LA POESIA
Es un trabajo difícil.
La pluma o la estilográfica,
atormentan,
como un diluvio de fonemas.
Palabras sutiles, frágiles.
Vocablos pulidos.
Epítetos de plomo.
Belleza literaria.
Martingalas,
para los sentidos.
Marrullerías para el corazón.
Desdicha para el infortunio.
Acero, metal frío,
enfundado en sangre,
como reguero de odio.
La muerte,
emana río abajo.
Como la poesía,
los trenes,
el sol,
la lluvia,
los caminos,
la acera,
las piedras.
La gente,
flotando en la miseria o
esa cosa etérea,
que suele ser la muerte.
Con su aura de eternidad.
Y de victoria.
¿Quizás es poesía?
Más que belleza literaria.
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