LA GATA EN EL MAR

La gata recorría el mar,

cazando mariposas rojas o

pescando ruiseñores al alba,

de noche pescaba su ribete,

mi mundo eres mí gata,

que ayudas a cazar filete.

Tal vez, farol del fin del mundo,

Para amarte felina eterna.

Por qué eras anhelo al mar,

Te abracé, ojos olvidados,

no más desgracias de tus labios

que bese tus pupilas de aguas.

EL AGUA

Algo bajo del agua se movía,

Tal vez las canciones del rio o

Quizás los batracios cantaban.

AY!

          Acuarela,  para este poema de mi querida y gran amiga Natalya Shestakova

                                            Mi eterna gratitud querida Natalya 

¡Ay! Mi  amor,

si tuviera sus manos,

estrechándolas en las mías y

besando tus labios de almíbar.

Mi cabeza,

apoyada en su regazo y

sus manos acariciándome,

como la luna a la noche.

¡ay! Mi amor...

amor, suavemente,

flor, seda, algodón o nieve,

capullo,  trigo o madera.

Ave desnuda y vaporosa,

exhalas perfumes de primaveras y

juventud.

vuelas a mi pecho henchido de ti.

.

Vivirte,  mirándote  cada día y cada siglo,

para dormir eternamente  en su pecho.

Como el niño que tiene el privilegio,

de sus caricias, sus besos y sus pechos.

Sus pupilas enmarcando sus ojitos verdes,

en su frente incomparable de tersura.

SUEÑOS IMPOSIBLES

                                                        Fotografía de mi gran amiga de México, Janny

Soñé que la luna era el sol

y el agua la luna.

Que te bañabas

en noches de sol, a oscuras, desnuda.

Soñé que  jugabas en el  mar

entre gaviotas que comían  intestinos

de   peces muertos que les traía la luna.

Tantas veces soñé que eras el sol, la luna y el agua

entre gaviotas y olas.

Y que  ellas soñaban  contigo.

Que dormías en la selva como una leona

entre inmensidades  de flores, aromas  y encantos .

También soñé  que no eras sol ni luna

ni gaviotas ni peces muertos.

Soñé tanto que sufro desvelos

Porque no eres sol ni luna ni gaviota.

NOCHE ETERNA

Imagino lo que sientes cuando miras
 a tu cuarto a oscuras o ninguna parte
y me ves… como un relámpago que brilla,
se enciende cuando vuelves a sentirme.

Imagino en el silencioso muro tus lamentos,
 grises y rebeldes luces imaginarias.
Me palpas y tus manos a mí se aferran
 te esfumas entre sombras acariciadas.

Al alba tus sensaciones imagino
 el lecho donde duerme la noche y,
descansa taciturno el recuerdo que destila

 el ebrio brebaje del vino en tus labios.

Gotas de aguas o lágrimas nostálgicas.
 Imaginé lo que sentí en tu palabra,
aquellas eran nuestras noches,

 Amabas cuando te besaba.